¿Dónde está el límite de la privacidad con el whatsapp?
Con la llegada de las Nuevas Tecnologías en nuestro día a día y el fuerte crecimiento de su uso, son cada vez más las personas las que se preguntan dónde se encuentra el límite de la privacidad de cada persona, ya que empleamos este tipo de comunicación en todas las áreas de nuestra vida.
Actualmente, es rara la
situación en la que no comunicamos a nuestros amigos y familiares todo aquello
que queremos hacerles saber por medio de mensajes en las redes sociales, ya sea
whatsapp o cualquier otra red social como Facebook, Twitter, Instagram… Pero lo
que en un principio puede parecer una ventaja, en algunas ocasiones se puede
convertir en un problema.
Esta pregunta resuena cada vez más fuerte cuando observamos en las redes sociales gente que comparte sus conversaciones con amigos o pareja o incluso cuando nos saltan anuncios en los que se nos ofrece la posibilidad de descargarnos una aplicación para poder espiar el whatsapp de la persona que queramos.
Son muchos los adolescentes y no tan adolescentes, según podemos observar en las noticias de la mano de abogados, que comparten en sus redes sociales, principalmente Facebook “pantallazos” de sus conversaciones con amigos o parejas, pensando que se trata de un comportamiento lícito e inocente, pero lejos de tratarse de un comportamiento legítimo, se trata de toda una invasión en la vida privada del resto de los participantes en la conversación, ya que se muestran totalmente expuestos sin ellos mismos haber dado su consentimiento a dicha exposición.
Si
bien, cuando se mantiene una conversación por whatsapp, esta conversación se
debe de mantener en la intimidad de las personas que participaron en la misma,
salvo que todos los participantes otorguen su consentimiento a que se haga
pública.
Por tanto, llegamos a la conclusión que el comportamiento de colgar “pantallazos” de las conversaciones privadas en las redes es una conducta ilegal, llegando a tener consecuencias legales en el caso de ser denunciada por alguno de los participantes en la conversación. Todo ello, dependiendo del alcance de los datos que se hayan hecho públicos, es decir, si se trata de una información de interés público como la hora de un concierto, la expansión de los datos carecería de consecuencias legales ya que se trata de un hecho totalmente legítimo.
Entonces, whastapp se convierte en un
elemento de control
Por otra parte, tenemos personas que dudan por ejemplo de la fidelidad de su pareja, entonces optan por instalar en su teléfono móvil una aplicación espía o pinchar el teléfono para poder ver con quién o de qué hablan, ¿es esto un delito? Esto es sin duda un delito siempre, ya sean conversaciones íntimas o datos con relevancia pública.
Tal y como recoge el artículo 197 del Código Penal "El que, para descubrir los secretos o vulnerar la intimidad de otro, sin su consentimiento, se apodere de sus papeles, cartas, mensajes de correo electrónico o cualesquiera otros documentos o efectos personales, intercepte sus telecomunicaciones o utilice artificios técnicos de escucha, transmisión, grabación o reproducción del sonido o de la imagen, o de cualquier otra señal de comunicación, será castigado con las penas de prisión de uno a cuatro años y multa de doce a veinticuatro meses." Por consiguiente, vemos que está totalmente prohibido pinchar los teléfonos o usar aplicaciones espías para saber qué tipo de conversaciones se han mantenido por terceras personas, evidentemente; sin el conocimiento y consentimiento de las personas que participan en dicha conversación.
Al igual, en este delito mencionado, entra también la acción de coger el teléfono de alguien sin su consentimiento previo, mirar sus mensajes, llamadas, vídeos, fotografías o datos de las aplicaciones móviles.
En definitiva, cada una de las conversaciones
que mantenemos por el whatsapp son consideradas como parte de nuestra vida
privada y eso las dota de una protección especial con respecto a las
intromisiones de terceras personas que no están autorizadas. En el caso de que
tengamos constancia que están siendo intervenidas, tenemos el derecho de
denunciar los hechos ante la policía o el juzgado, ya que como hemos
mencionado, se trata de un delito muy grave.
Además, si las mismas están siendo publicadas sin nuestro consentimiento
se estará cometiendo otro delito más
con nuestra intimidad, honor y la propia imagen, regulados ambos en nuestro
Código Penal.
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